Judiciales
29/05/2025 16:26
“No lo esperábamos, pero llegaron los tres”: la historia de Paula, la mamá que eligió el amor por encima del miedo
Paula Acuña Artur y su esposo pasaron por años de tratamientos de fertilidad antes de abrir su corazón a la adopción. Hoy son padres de tres hermanos que esperaban juntos una oportunidad. “No vinieron de un cuento de hadas, pero sí a escribir una nueva historia”, contó en diálogo con Mesa Chica.
En una charla tan íntima como movilizante, Paula Acuña Artur compartió su historia en el programa Mesa Chica, y emocionó con su testimonio sobre los desafíos que enfrentó para ser mamá. Primero con la medicina, luego con el alma: tras varios tratamientos de fertilidad fallidos, se animó a dar el paso hacia la adopción, y la vida le devolvió la esperanza en forma de tres hermanitos.
> “Fue un proceso doloroso, invasivo, violento médica y psicológicamente. Nadie te habla de eso. Recién cuando decidí no seguir buscando embarazarme, me animé a adoptar”, expresó Paula con valentía.
Paula y su esposo iniciaron el trámite con una decisión clara: querían dar amor a quien más lo necesitara, sin importar género, edad ni raza. Lo que no imaginaron fue que el deseo se convertiría en una realidad multiplicada por tres. “Nos anotamos diciendo ‘hasta tres hermanos’… pero no pensamos que efectivamente iban a ser tres”, contó entre risas.
Una realidad sin filtros
Lejos de idealizar el camino de la adopción, Paula insistió en que se trata de un proceso profundo, complejo y que merece ser abordado con responsabilidad y preparación.
> “Muchos chicos vienen de historias duras, no de familias estables. No necesitan que los victimizemos, necesitan seguridad, vínculos sanos, límites claros y mucho amor.”
También criticó cómo el sistema puede llegar a tratar a los niños como si fueran productos en una góndola: “Te preguntan si querés varón o mujer, qué edad, qué color de ojos… para nosotros fue horrible. No es un catálogo, son personas”.
El impacto del entorno y un mensaje claro
Paula habló con honestidad sobre la falta de acompañamiento psicológico durante los tratamientos, y cómo muchas veces la presión social agrava el dolor.
> “Ver una embarazada me hacía llorar. Y la pregunta ‘¿cuándo van a tener hijos?’ duele más de lo que la gente cree.”
Finalmente, dejó un mensaje para quienes hoy están transitando el deseo de ser madres o padres:
> “No romantices la adopción. Informate, asesorate, preguntá. Pero si lo hacés con el corazón y sabiendo lo que implica, sí, se puede. Se puede ser mamá o papá sin parir, se puede sanar el dolor con amor del bueno.”