Salta

7/11/2022

Una vez más, violan a una niña de 12 años en una comunidad wichi

El Estado sigue ausente en el norte provincial, y la situación para las familias de las comunidades es cada vez más alarmante.

El norte continúa en alerta, los jóvenes de las comunidades están en situaciones de extrema vulnerabilidad inician cada vez más temprano en los consumos problemáticos, lamentablemente las consecuencias de una zona totalmente liberada nos pisan los talones.

Un medio local difundió que el miércoles pasado por la noche, una niña wichi fue alcoholizada, abusada y violada en la Comunidad wichí "Bajo Grande", ubicada a Santa Victoria Este. Con signos de ahorcamiento y golpes, los victimarios la dejaron tirada pensando que ya estaba muerta. 

El padre de la menor hizo la denuncia, y expuso que había estado en una reunión donde se encontraban otros menores acompañados de mayores, fue allí donde le hicieron ingerir alcohol y luego de eso avanzaron con la violaciónPor el hecho sólo fue detenido un menor de 14 años quien sería primo de la víctima de 14 años de edad, y por instrucción de la jueza del Juzgado de Menores en turno de Tartagal, el menor fue liberado a las pocas horas y entregado a sus padres, habiendo realizado solo una “identificación simple”. Hasta el momento no hay ningún detenido por el hecho. 

Debido a las lesiones, la niña debió ser trasladada al Hospital de Alto La Sierra, y a pesar de la gestión de su padre junto a miembros de la comunidad, el traslado se hizo en un móvil policial por la falta de ambulancias. Allí debido a la gravedad de sus heridas, la trasladaron a otro nosocomio en un vuelo sanitario hacia el Hospital Juan Domingo Perón de Tartagal. 

En el Hospital tartagalense, el Dr. Marvin Flores le detectó tres heridas cortantes en la cabeza, diagnosticándole traumatismos encéfalo craneanos de gravedad, además tenía moretones en todo su cuerpo y signos de ahorcamiento. Si bien su estado hoy es reservado, se confirmó que hubo abuso sexual. 

El panorama es triste, la ausencia del Estado sigue cobrándose el futuro y la vida de los jóvenes. Un gobierno local completamente ajeno a lo que sucede o si sabe, no hace nada al respecto. La familia de la victima se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad y con barreras idiomáticas y burocráticas, tuvieron que lidiar solos con esta peregrinación para salvar a la niña. Hasta el momento no se acercaron funcionarios a auxiliar a la niña y su familia, fueron los medios de comunicación quienes expusieron la situación y alarmaron al gobierno.

Lo que también es triste es el el accionar de algunos medios de comunicación difundiendo imágenes violentas de la niña tirada y cubierta de sangre en la televisión abierta y en redes sociales. La necesidad de revictimizar a una menor, exponer el horror por el que tuvo que pasar solo exhibe los intereses económicos que están persiguiendo, escudándose en "trabajo periodístico" vulneran los derechos de una menor que ya vive en frágiles condiciones.


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