Judiciales

25/10/2023

18 años tarde, pero podría haber justicia por Liliana Ledesma

Llega a su fin el juicio al Clan Castedo.

Luego de varias suspensiones, la fuga del sicario Lino Moreno con la complicidad del juez Edgardo Laurenci, hoy finalmente inician los alegatos en el juicio por el caso de Liliana Ledesma contra Delfín Reynaldo Castedo y Raúl Amadeo “Hula” Castedo por los delitos de homicidio calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y encubrimiento. Tras 18 años de inoperancia, tal vez haya justicia.

En las jornadas concluidas se dio lugar a testimonios de  productores, familiares de la víctima, una periodista, gendarmes presentes en la escucha telefónica; y a la declaración de los acusados vía remota, a través de la cual se declararon inocentes.

Liliana era una vendedora de huevos y viuda de otro narco de origen boliviano -también presuntamente asesinado por esta banda-, que se animó a denunciar a los líderes del narcotráfico, Delfín y Raúl Castedo. En ese entonces, el clan Castedo y su sociedad con el diputado provincial Ernesto Aparicio inspiraba temor entre los pobladores que se oponían al cierre de caminos vecinales con alambrados y portones.

La figura del legislador le daba a la organización aires de impunidad que nadie se animaba a desafiar, excepto Liliana. Al notar que nadie le prestaba atención a sus denuncias en su localidad, se dirigió a la capital y volvió orgullosa con un diario que tenía su foto en la portada. Le dijo a su hermano, Jesús "Pichi" Ledesma, “Mirá, voy a ser famosa” y, como este declaró a Infobae años atrás, ese “fue el peor error que cometió: después pasó lo que pasó”.

En 2010 la ex Cámara en lo Criminal de San Ramón de la Nueva Orán condenó por este hecho a María Gabriela Aparicio, Aníbal Tárraga, y Casimiro Torres -además del ahora prófugo Lino Moreno-, a quienes impusieron la pena de prisión perpetua. En tanto, Patricia Guerra fue condenada a la pena de diez años de prisión y Juan Moreno recibió la pena de cuatro años de prisión efectiva.

Un caso que pone en duda la transparencia y legitimidad del sistema, considerando que al seguir los hilos hay más involucrados del poder, como el recientemente electo diputado nacional, Pablo Outes que figura en ciertos expedientes. Sin dudas nos hace preguntarnos si vivimos en una narcoprovincia donde el poder está completamente infectado por estas cuestiones y favorece a las mafias.


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