Judiciales

1/10/2025 17:16

Crueldad expuestas

En Mesa Chica, la abogada Carmen Céspedes relató el estremecedor caso de maltrato animal en Orán y cuestionó la falta de firmeza judicial frente a delitos que, según advirtió, son una señal de alerta para la sociedad.


La entrevista a Carmen Céspedes en Mesa Chica no dejó a nadie indiferente. La abogada, reconocida por su compromiso en causas de derecho animal, narró el caso que conmocionó a Orán, donde dos hermanos, Santiago y Matías Farfán, fueron denunciados por hechos de crueldad extrema contra perros del barrio.


Según relató Céspedes, todo comenzó en mayo, cuando vecinos alertaron sobre un perro quemado en la vereda de la casa de los acusados. La denuncia permitió el allanamiento del domicilio, donde se encontraron elementos robados, restos óseos y, lo más impactante, dos perros con el hocico sellado con cinta de embalar y cubiertos en aceite, listos para ser prendidos fuego. “Lo que vimos fue terrorífico. Esa denuncia le salvó la vida a muchos animales que podrían haber terminado igual”, expresó.


Durante la investigación, más de veinte vecinos declararon sobre amenazas, robos y conductas violentas de los hermanos, lo que destapó un historial de abusos y descontrol. Pese a la gravedad, la causa culminó en un juicio abreviado: Matías recibió una condena de dos años en suspenso y Santiago, de un año y medio. Ambos quedaron en libertad bajo estrictas restricciones.


Para Céspedes, la sentencia dejó un sabor amargo. “La gente se indigna con razón. Son personas con conductas psicópatas, peligrosas para cualquier ser vivo. El sistema judicial es débil: había causas previas por robo y hasta abuso sexual que nunca avanzaron. Si esas causas hubieran llegado a condena, hoy estarían presos”, subrayó.


La abogada también criticó los informes psiquiátricos contradictorios que, en parte, facilitaron el acceso al juicio abreviado. “No puedo creer que haya profesionales que digan que no son peligrosos para la sociedad. Está comprobado que quienes comienzan con los animales terminan escalando hacia personas”, remarcó con indignación.


Más allá de este caso, Céspedes insistió en que la educación y la prevención son las herramientas más poderosas. “Si alguien no tiene dinero, tiempo o empatía, que no tenga perros. No es obligación. Hoy las castraciones son gratuitas y los controles funcionan. Lo que no puede permitirse es el maltrato. Ahí la sociedad tiene que estar alerta y denunciar siempre”, concluyó.


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