Judiciales
1/12/2025 17:21
Cuota alimentaria en suspenso: cómo proceder
La abogada María Emilia Nioi explicó en Mesa Chica cómo funciona la cuota alimentaria, qué responsabilidades tienen los progenitores y qué pasa cuando alguien intenta evadir el pago.
La abogada María Emilia Nioi fue invitada a Mesa Chica para analizar un tema que genera conflictos frecuentes en las familias: la cuota alimentaria y las maniobras de quienes buscan esquivar sus responsabilidades. Desde el inicio, la profesional aclaró que la obligación alimentaria siempre existe, tanto para madres como para padres, tengan o no un empleo en blanco.
Nioi explicó que, cuando un progenitor tiene sueldo registrado, la cuota se fija como porcentaje de esos haberes, mientras que en casos de trabajo informal se calcula en base al salario mínimo vital y móvil o a la canasta de crianza, según la edad del niño. “Si no se paga, se genera una deuda”, remarcó.
Una de las consultas más comunes es qué ocurre cuando un padre o madre renuncia a su trabajo para evitar pagar. La abogada fue contundente: “Creer que renunciando se evita la cuota es producto de un mal asesoramiento. La obligación no desaparece”. Además, recordó que si el progenitor no puede cumplir, la responsabilidad puede extenderse a los abuelos, y en casos excepcionales incluso a otros familiares, de acuerdo con criterios del interés superior del niño.
También explicó el rol del “progenitor afín”, figura aplicada cuando la nueva pareja convive y comparte el proyecto familiar, pudiendo ser considerada responsable solidaria en ciertos casos. Incluso existen fallos donde, ante imposibilidad total de cobro, la justicia trasladó la obligación a los tíos.
Otro punto central fueron las consecuencias para quienes figuran en el Registro de Deudores Alimentarios: restricciones crecientes que incluyen la imposibilidad de realizar trámites, ingresar a eventos o, en futuras normativas, limitaciones incluso para cargar combustible. “Estas medidas aparecen porque cada vez es más difícil lograr el cumplimiento. De alguna manera hay que ajustar para que paguen”, señaló.
Respecto al nivel de vida, Nioi aclaró que el objetivo es que los hijos mantengan, en la medida de lo posible, las condiciones que tenían antes de la separación: colegio, vivienda y entorno. “El adulto es quien debe achicarse, no el niño”, sostuvo.
Por último, se refirió a un error frecuente: creer que la cuota es “para la madre”. “Los alimentos incluyen salud, escolaridad, vivienda, vestimenta y todo lo necesario para el desarrollo. No es una transferencia para el adulto; es un derecho del niño”, enfatizó.
La abogada también abordó el aspecto emocional: aunque no se puede obligar legalmente a un padre o madre a dedicar tiempo afectivo, sí advirtió que la forma en que cada progenitor cumple sus obligaciones impacta en la relación futura con sus hijos. “Más allá de lo económico, los chicos siempre terminan entendiendo quién estuvo y quién no.”
Nioi cerró la entrevista recordando que la responsabilidad parental no se elige a conveniencia: “Traer un hijo al mundo implica garantizarle bienestar, cuidado y estabilidad. Eso no se negocia y no se puede evadir”.