Nacional
25/10/2023
Juntos por el Cambio, crónicas de una muerte anunciada
El radicalismo tiene la oportunidad de volver a tomar fuerzas, pero debe elegir entre muchos caminos.
Hace tiempo se viene anticipando la división de Juntos por el Cambio. Un divorcio entre el PRO y la UCR que se materializa mientras avanza la campaña. A la vez, bifurcaciones dentro de los partidos de cara al ballotage, entre quienes desean mantener la neutralidad y quienes deciden dejar de lado las diferencias y sumarse a las filas de Milei o Massa.
Esta mañana la noticia fue que Ernesto Sanz, el dirigente radical, pidió neutralidad y dijo “Si se decidieran cosas diferentes, no hay razones para transitar un camino común” en referencia a la alianza de Juntos por el Cambio. Días antes, otras figuras del partido que lleva como emblema a Raul Alfonsín, ratificaron su apoyo a Sergio Massa. Incluso
Ricardo Alfonsín, hijo del ex presidente, se manifestó en sus redes subiendo una foto del Ministro de Economía junto a Rossi, quien va por la vicepresidencia, junto al escrito: “Quiero expresar mi enorme alegría por la defensa de la democracia, por la defensa de los derechos sociales, por la defensa de la Unidad Nacional. En la segunda vuelta miles y miles de radicales ratificarán estos valores”.
Un poco en coincidencia, Lilita Carrio aseguró que Macri siempre jugó para Milei con la intención de romper JxC bajo la premisa de “si no gano yo, que no gane nadie”. Puntualizó que este será un grave error de Patricia por el que luego tendrá que pedir perdón y que sabe que muchos en el PRO tienen la misma posición del radicalismo, probablemente haciendo referencia a Larrera, que la tiene difícil. Si bien siempre fue muy amigo de Massa, en la campaña rompió relación asegurando que Sergio “es kirchnerista”. Pero también fue de las figuras más bastardeadas por Milei y dijo en Neura que no cree en la plataforma libertaria.
En horarios del mediodía el foco cambió y se posó en Patricia Bullrich, quien dio una conferencia de prensa donde expresó su explícito apoyo a Javier Milei acompañada de Luis Petri-que probablemente sea expulsado de la UCR por no esperar la decisión del partido-. Esta decisión también generó turbulencia a los adentros de La Libertad Avanza, con Liliana Salinas -fundadora LLA Entre Ríos- bajándose del barco.
Se perdió el valor del secretismo del voto y se dejó de lado el costo político que cualquiera de las alineaciones con los candidatos que van a la segunda vuelta significa. Pato se olvidó de que le dijeron que ponía bombas en jardines de infantes. El radicalismo aún tiene tiempo de dar marcha atrás o jugar estratégicamente despegándose de los intereses y negociaciones del PRO que, por lo que muchos aseguran, tendrá 6 de 8 ministerios en un eventual gobierno de Mieli gracias a Macri.
¿Este es el quiebre definitivo? ¿El radicalismo elegirá no posicionarse? ¿Volverá a hacer política bajo su sello? Una vez más, la democracia podría estar en manos de los y las radicales.