Salud

6/03/2025 17:19

La adicción a las pantallas: ¿Cómo nos atrapan los dispositivos móviles?

En su columna semanal en Mesa Chica, la Licenciada en Psicología María Morató (MP 1227) abordó un tema que nos atraviesa a todos: la adicción a las pantallas. En diálogo con los conductores Agustina Dupont y Matías Jardín, explicó cómo los dispositivos móviles generan una dependencia similar a la de una droga.


Dopamina y el mecanismo de la adicción


"El circuito cerebral que se activa con el uso del celular es el mismo que con cualquier sustancia adictiva", explicó Morató. La liberación de dopamina—el neurotransmisor asociado al placer—genera una sensación de recompensa constante. "Es como comer chocolate: empezás con un cuadradito y terminás la tableta entera sin darte cuenta. Lo mismo pasa con el celular: entramos a ver la hora y, de repente, pasaron horas desplazándonos en redes sociales", agregó.


Las plataformas están diseñadas para estimular esta adicción. Desde Facebook hasta TikTok, el contenido es cada vez más inmediato, con videos cortos que capturan la atención por pocos segundos. "El scroll infinito de las redes sociales imita el mecanismo de las máquinas tragamonedas: buscamos constantemente un estímulo que nos dé satisfacción", señaló la psicóloga.


Pantallas y su impacto en niños y adolescentes


El problema no es solo de los adultos. Cada vez más niños están expuestos a las pantallas desde edades tempranas. Morató mostró un video donde un bebé, que apenas se mantiene sentado, entra en crisis cuando le quitan un dispositivo. "Es abstinencia pura", advirtió.


Los pediatras recomiendan evitar el contacto con pantallas antes de los 2 años y retrasar el acceso a redes sociales hasta los 15 o 16. Sin embargo, la realidad es otra. "Nos cuesta poner límites. Muchas veces, para calmar a un niño, en lugar de interactuar con él, le damos un celular. Así lo convertimos en su único recurso de entretenimiento", alertó la especialista.


Consecuencias en la socialización y la educación


El abuso del teléfono también afecta la manera en que nos relacionamos. "Muchos adolescentes hoy prefieren hablar por mensajes en lugar de hacerlo cara a cara. La conquista ya no es personal, sino por Instagram", mencionó Morató.


En el ámbito educativo, los docentes enfrentan un desafío enorme: captar la atención de estudiantes acostumbrados a estímulos constantes. "Si un video de más de un minuto ya les resulta largo, ¿cómo logra un profesor mantenerlos atentos durante una clase?", planteó.


¿Podemos poner límites?


Aunque el problema parece inevitable, hay formas de controlarlo. Morató sugirió empezar por pequeños cambios, como reducir el tiempo de uso de las aplicaciones, evitar las pantallas en momentos de socialización y, sobre todo, observar nuestros propios hábitos. "No podemos exigirles a los chicos que usen menos el celular si nosotros no podemos soltarlo ni un minuto", concluyó.


La adicción a las pantallas es un desafío de la era digital. La clave está en recuperar el control sobre nuestro tiempo y nuestra atención.







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