Judiciales
22/10/2025 16:44
Red de horror
El defensor público de las víctimas, Nicolás Escandar, habló en Mesa Chica sobre la investigación que sacude a una institución educativa de la capital salteña. Confirmó más de 16 víctimas, todas adolescentes, y la posible participación de un alumno como nexo con los explotadores.
El caso que conmociona a Salta sigue sumando capítulos. Nicolás Escandar, defensor público de las víctimas, dialogó con Mesa Chica y dio detalles del avance de la causa que investiga una red de trata y explotación sexual de menores. “Estamos en plena etapa de investigación. Hay múltiples imputaciones: trata de personas, promoción y facilitación de la prostitución, asociación ilícita y distribución de pornografía infantil”, explicó.
Hasta el momento se identificaron 16 víctimas, aunque el número podría superar las 30. “La mayoría son menores de edad, entre 14 y 18 años. Las declaraciones se están tomando en circuito cerrado, con acompañamiento psicológico. Es un proceso largo y muy delicado”, precisó Escandar.
El defensor también confirmó la participación de un adolescente vinculado al grupo. “Hay un niño imputado que podría haber actuado como nexo entre las víctimas y los explotadores. No descartamos que él mismo haya sido víctima antes. La ley contempla una figura de no punibilidad para quienes fueron primero explotados y luego pasaron a otro rol dentro de la red”, explicó.
Escandar pidió cautela y prudencia, pero remarcó que “la prioridad es proteger a las víctimas y garantizar que el proceso judicial sea justo para todos”. Además, aseguró que se solicitó que las jóvenes puedan cursar presencialmente sus estudios, mientras que el menor involucrado lo haga de manera virtual “para evitar cualquier contacto que pueda revictimizarlas”.
El funcionario advirtió que el caso revela nuevos desafíos en materia de prevención. “Hoy es mucho más fácil captar a un menor. Antes uno creía que el niño estaba seguro en casa, pero con un celular el captor puede estar en contacto permanente. El control parental debe replantearse. No se trata de prohibir, sino de aprender a controlar y acompañar”, sostuvo.
Según relató, la investigación se originó a partir de una denuncia de una madre que encontró mensajes comprometedores en el teléfono de su hija. “Al principio se habló de abuso sexual. Recién este año, con nuevos casos, se empezó a ver el patrón de captación y se determinó que era trata. Por eso la causa pasó a la justicia federal”, contó.
Las víctimas, señaló Escandar, fueron manipuladas a través de sus deseos y vulnerabilidades. “No eran chicas de contextos marginales. Les prometían cosas materiales, como un iPhone, o dinero rápido. Una vez que lograban el primer encuentro, las filmaban y las extorsionaban. Ahí quedaban atrapadas en un círculo perverso”, describió.
El defensor destacó que el objetivo es no solo castigar a los responsables, sino también reparar el daño a las víctimas. “El castigo penal es importante, pero si no hay una compensación económica y simbólica, la reparación queda incompleta. Necesitamos que las chicas puedan dar vuelta la página y reconstruir sus vidas”, afirmó.
Escandar llamó a la sociedad a mantenerse alerta y a denunciar cualquier situación sospechosa. “Seguimos buscando más víctimas. Pueden comunicarse con la Defensoría o llamar al 145, la línea nacional contra la trata. Es fundamental romper el silencio y actuar rápido”, concluyó.