Salta

25/10/2022

Un preso VIP

Lautaro Teruel, condenado por abuso sexual, está hace meses internado en una clínica privada para curarse de una infección en un dedo del pie.

Hace algunas semanas trascendió que el Lautaro Teruel había dejado el penal donde estaba cumpliendo su condena por abusos contra una menor y una joven, y permanece internado desde junio en una clínica privada.

En Telefé Salta, el abogado defensor de Teruel, Juan Casabella Dávalos, negó que el problema sea por una “uña encarnada” como trascendió en un primer momento desde el Servicio Penitenciario, y aseguró que la situación es mucho más grave, ya que corre riesgo de amputación del primer dedo del pie izquierdo. “Él contrae un germen que le ingresa por un lastimado en el dedo del pie, y se le aloja en el hueso”, sostuvo.

Según el letrado, al principio se le administraron por vía oral unos antibióticos, pero la situación no hizo más que agravarse, por lo que fue necesaria realizar una primera operación. “El hueso ya estaba tomado por la infección y en esa primera oportunidad alguno de los médicos que lo vieron ya proponían la amputación del dedo porque la cosa había trascendido a tal punto, que ya corría riesgo que la infección general se avanzara al resto de la extremidad”, contó.

En ese sentido, sostuvo que la familia tomó cartas en el asunto, y dio instrucciones para iniciar un largo tratamiento “con una peripecia grave que es muy dolorosa”. “Hubo que tratarlo para calmar el dolor hasta con morfina”, indicó.

Lo cierto es que hace meses esta fuera del penal donde debería estar cumpliendo la condena por haber abusado sexualmente de una menor, entre el 2012 y 2013 cuando la víctima tenía entre 10 y 13 años.

Según señalaron, el imputado tenía 20 o 21 años cuando llevó por primera vez a la víctima, I.J.A., a un baño de la casa donde le dijo que jugara con el “juguetito”, se bajó de los pantalones, agarró la cabeza de la niña y la obligó a tener sexo oral. Para los acusadores ese modus operandi siguió en al menos tres oportunidades más cuando la niña tenía entre 10 y 13 años.

El segundo caso fue cuando en 2014, su amigo mantenía una relación sexual con una joven de 19 años y de forma imprevista entró Teruel y la penetró.

La justicia confirmó que Teruel es un abusador, pero goza de privilegios como estar internado en una clínica privada, seguramente con muchas comodidades para recuperarse tranquilamente de su afección, las que no están muy cómodas seguro son sus victimas, viendo como la persona que les arruino la vida esta fuera de la cárcel y evitando la condena que le impuso la justicia. 

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