Salta

23/12/2022

Eran dos las monjas privadas de su libertad en el Convento San Bernardo

El Arzobispado dijo desconocer la situación de las religiosas y señalan directamente a la superiora, Maria Livia y su esposo como los responsables.

El miércoles después del mediodía otro escándalo estalló en torno a las Carmelitas, monjas de clausura del convento San Bernardo de nuestra ciudad. Una hermana carmelita fue "liberada" por la fuerza pública, luego de que un familiar denunciara que se encontraba allí contra su voluntad desde el 6 de diciembre y que otra monja estaba en la misma situación.

Luego de 48hs de no tener contacto con su hermana, quien atraviesa una enfermedad terminal. realizo las denuncias correspondientes, por lo que las autoridades se hicieron presentes en el edificio de calle caseros a fin de "liberar" a la mujer. 

Luego se conoció que habría habido dos religiosas privadas de su libertad en el Convento San Bernardo, desde el Arzobispado de Salta señalaron que la responsable es la madre superiora. Consideraron que María Livia y su marido, Carlos Obeid, influyen en sus decisiones.

Ante esta situación, el Arzobispado aseguró no saber nada sobre le deseo de las mujeres de abandonar la clausura y consideraron "tristísimo" que se hubiera puesto en juego "la integridad y la salud física y espiritual" de las mismas y que la institución cercenara la libertad de sus miembros.

El sacerdote Oscar Ossola, en representación del Arzobispado, manifestó que "la responsabilidad es 100% de la superiora del Convento". Planteó que la autoridad eclesiástica "no tiene nada que ver", que acompañan el actuar de la Justicia provincial y se ponen a disposición para brindar la información que se requiera.

El presbítero señaló que "hay que investigar la injerencia de terceras personas laicas que evidentemente influyen en la decisión de la superiora", clara referencia a María Livia y su marido, Carlos Obeid, creadores de la Fundación "Yo soy la Inmaculada Madre...", que tiene a su cargo la gestión de las actividades que se desarrollan en el Cerro de la Virgen, en Tres Cerritos.

La pareja ingresó por una puerta lateral el día miércoles mientras las autoridades judiciales esperaban que alguien les abriera la puerta. Ossola evaluó que María Livia y Obeid podrían estar involucrados en el supuesto delito de privación ilegítima de la libertad contra estas hermanas, ya que, "sin lugar a dudas, son los que influyen en las decisiones de la madre superiora". Dijo que Cargnello elevó un informe al Vaticano sobre lo sucedido.

El abogado del Arzobispado, Romani, mencionó que el mismo miércoles los notificó el patrocinador de la familia de la monja, quien pedía que Cargnello interviniera. Debido a la restricción de acercamiento ordenada tras la denuncia por violencia contra el obispo, él mismo fue y presenció todo el procedimiento judicial.

Comentó que el Arzobispado tiene la obligación de intervenir en este hecho, ya que es la máxima autoridad del Carmelo: "Tenemos que saber qué sucede adentro. Lo que pasa ahí solo Dios sabe". Según dijo, una de las hermanas habría hecho cuatro pedidos a la madre superiora y esta nunca los habría elevado a Cargnello.


El Tribuno

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