Salta
11/07/2023
Masacre de Palomitas: acusan a otro guardiacárcel
El fiscal Carlos Martín Amad presentó la acusación contra Víctor Manuel Rodríguez por el delito de aplicación de tormentos agravados.
El pasado 28 de junio la acusación fue formalizada ante la jueza Mariela Giménez. Según el Ministerio Público Fiscal la misma implica a Víctor Manuel Rodríguez por el delito de aplicación de tormentos agravados, al haberse cometido en perjuicio de 11 víctimas y por resultar todas perseguidas políticas, en carácter de partícipe secundario.
Rodríguez cumplió funciones de oficial de guardia el 6 de julio del 76 cuando un batallón de vehículos militares llegó a Villa Las Rosas para llevarse a las víctimas y efectuar un traslado a Córdoba, cuestión que no sucedió ya que fueron fusiladas en zonas cercanas al paraje Palomitas.
La fiscalía analizó y llegó a la conclusión de que el acusado participó de una manera distinta a la que narró en su declaración. Sostuvo que cuando ingresó el convoy militar se quedó en el portón por orden de sus superiores. En la acusación final el fiscal explicó que “en razón de su jerarquía, necesariamente Rodríguez tuvo personal a cargo durante el procedimiento”. Por ello sostuvo que “lejos de haber adoptado un comportamiento meramente neutral, su presencia en el lugar debe reputarse como una prestación penalmente relevante dentro de la planificación de la extracción de las víctimas del lugar”.
Sobre la masacre
El 5 de julio del 76 el coronel Carlos Alberto Mullhal remitió al juez federal de la provincia un listado con los nombres de 9 presos del penal Villa Las Rosas que deberían ser trasladados a Córdoba. Al día siguiente el mismo coronel envía al Director de Institutos Penales un listado con los nombres anteriores y sumó dos más.
En la noche del 6 de julio personal uniformado retiró del penal a los 11 sujetos en cuestión. Estuvo involucrada policía provincial, federal y parte del personal penitenciario. Se había ordenado que no quede registro en los libros de la cárcel la salida de los presos y retirar de los lugares de acceso a cualquier persona que no sea parte del personal de custodia.
Los detenidos fueron subidos a un camión que los trasladó hasta Palomitas y allí fueron ejecutados entre las 22:00 y las 22:30. Luego de la masacre se modificó la escena para simular una situación de enfrentamiento y los cuerpos fueron dinamitados a fin de evadir evidencias. Los hechos sucedidos fueron calificados como crímenes de lesa humanidad.