Datazos
26/09/2025 19:36
Patrimonio de la Humanidad en Salta
Diego Sberna, director del programa Qhapaq Ñan de la Secretaría de Cultura de Salta
En su paso por Mesa Chica, Diego Sberna, director del programa Qhapaq Ñan de la Secretaría de Cultura de Salta, dejó una charla llena de historia, memoria y futuro. El Qhapaq Ñan, o Sistema Vial Andino, fue declarado Patrimonio Mundial hace más de una década y desde entonces el desafío es tan claro como urgente: conservarlo, cuidarlo y ponerlo en valor para las generaciones presentes y futuras.
“Somos administradores de un sitio único en el mundo, y nuestro trabajo es que la gente lo recorra, lo conozca y lo cuide”, explicó Sberna, al tiempo que remarcó que sin la participación activa de las comunidades originarias sería imposible sostener este patrimonio. “Ellos son parte fundamental de la defensa de estos caminos”, señaló.
El director recordó que, si bien muchos lo conocen como “Camino del Inca”, la denominación oficial es Qhapaq Ñan para reconocer también a pueblos preincaicos que forman parte de la historia y no se identifican con la figura del imperio. “Es un sistema vial que une culturas, territorios y memorias”, aclaró.
Entre los mayores desafíos para la conservación aparecen los efectos del cambio climático, con lluvias intensas que arrasan tramos completos, y la amenaza de actividades extractivas como la minería. “Hay un compromiso internacional de no avanzar sobre los sitios Patrimonio Mundial, pero siempre hay intentos de acercarse demasiado”, advirtió.
Sberna destacó también los trabajos de investigación y la formación de nuevos profesionales que ya eligen al Qhapaq Ñan como tema de tesis o prácticas. “Cada hallazgo es como una página de un libro de historia: si alguien arranca esas hojas, perdemos nuestra memoria. Este patrimonio es identidad, es raíz y es humanidad”, resumió.
Hoy los visitantes pueden recorrer Santa Rosa de Tastil, algunos sectores de La Poma y zonas específicas de los Valles Calchaquíes, siempre bajo la premisa de turismo responsable: no llevarse piedras, no tocar piezas arqueológicas, solo llevarse recuerdos y fotos.
“El día que dejemos de cuidar estos caminos, dejamos de cuidar nuestra historia. Y sin historia no hay identidad”, concluyó Sberna.