Nacional

26/12/2023

Saluden a los acuíferos que se van

La derogación de la Ley de Tierras habilitaría la apropiación extranjera de nuestras aguas.

La Ley 26.736, conocida como la Ley de Tierras, que quedará sin efecto a partir de este jueves a menos que se rechace el Decreto de Necesidad y Urgencia enviado por el presidente días atrás, limita la venta de nuestro territorio a extranjeros. Así también prohibe explícitamente hacerlo si la propiedad contiene o es ribereña de cuerpos de agua de envergadura y permanentes, como explica Tiempo Argentino.

Algo se había hablado durante la campaña sobre privatizar ríos y ahora podrá ser una realidad la apropiación extranjera del agua dulce bajo todas sus formas: acuíferos, humedales, lagos, glaciares. Cabe destacar que ya tenemos un precedente con Lago Escondido, propiedad de Joe Lewis donde el inglés conformó un Ejército Parapolicial amparado por el Gobierno de Río Negro y avalado por el Poder Judicial, con el que impide por la fuerza el acceso.

“En términos legales el agua es un bien de dominio público que está por fuera de la apropiación privada. Legalmente nunca puede ser extranjera, pero sí el acceso al agua puede serlo”, explica la abogada Florencia Gómez, exsecretaria de Política Ambiental y Recursos Naturales del derogado ex Ministerio de Ambiente, señalando el caso de Lewis como ejemplo de lo que sucede en la realidad.

Los expertos señalan, además, la pérdida de soberanía. La derogación de la Ley de Tierras “afecta la soberanía sobre recursos naturales estratégicos. Por ejemplo, en el Departamento de Bariloche, en Río Negro, ya está excedido el límite del 15% de la tierra en manos extranjeras: allí hay un 22 por ciento. Y es la zona, precisamente, donde están las nacientes de los ríos, los glaciares y los lagos en zona de Seguridad de Frontera”, detalla el abogado Fernando Kosovsky, cofundador del Grupo de Apoyo Jurídico por el Acceso a la Tierra.


Para vos, ¿debería frenarse esta derogación en las cámaras?


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