Nacional

4/09/2023

Un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla

El negacionismo es uno de varios límites que no debemos permitirnos cruzar. Te contamos por qué.

Bajo la consigna “Homenaje a las victimas del terrorismo”, Victoria Villarruel, compañera de fórmula de Javier Milei, organizó un evento para reivindicar genocidas de la última dictadura militar. Un acto considerado por distintas figuras políticas y organizaciones de Derechos Humanos como provocador e irrespetuoso a 40 años de la democracia. Pero, ¿por qué?

Villarruel considera “terroristas” a los secuestrados, torturados y asesinados por militares entre 1976 y 1982. Una cuestión que puede discutirse -si nos paramos desde la neutralidad-, ya que nadie niega que Montoneros haya hecho uso también de la violencia. Pero, entrando en contexto y haciendo uso de la historia y la ley, si asesinar, secuestrar, torturar y demás atrocidades son claramente crímenes, imaginate cómo se eleva la gravedad si estos suceden en manos del Estado con toda su estructura y de manera sistemática y clandestina.

Para ejemplificar, tomamos una frase del fiscal Strassera durante sus alegatos finales en el juicio a las juntas: “los padres de nuestra Patria, en la época en que realmente estaba en juego nuestro destino como Nación, nunca aceptaron utilizar métodos ilegales o clandestinos.”.

En síntesis, “Nunca más” hace referencia a que jamás podemos volver a aceptar como sociedad que el Estado, que tiene toda la balanza del poder inclinada a su favor, cometa crímenes de lesa humanidad engañando al pueblo y abusando de su autoridad. Lo correcto es que, en primera instancia, se juzgue bajo nuestras leyes a quienes hayan cometido crímenes y allí se decida si es culpable o no y se le de una condena. En segunda instancia, que de cometer tan tremenda represión, se hagan cargo. 

El genocidio, entendido como la “aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por moticos raciale,s políticos o religiosos”, jamás será la salida a un conflicto. Es por esto que el acto convocado por la candidata a la vicepresidencia, quien ha sido estrechamente relacionada con figuras como Etchecolaz, es una falta de respeto a la apenas recuperada democracia y a las víctimas del golpe -incluidos los menores secuestrados que de nada pueden ser culpados-; además de una incongruencia terrible para un país que es mirado con admiración por los demás países que han vivido épocas oscuras por haber llevado a juicio a los represores.

Al respecto de este evento, Victoria Montenegro, la presidenta de la Comisión de derechos Humanos de la Cámara de Diputados, fue clara al solicitar la cancelación explicando que “Esta actividad no solo atenta contra los avances social culturales en materia de Derechos Humanos, sino que también encontraría el ordenamiento jurídico nacional y los tratados internacionales con jerarquía constitucional a los que suscribe nuestro país.”.

Desde la vicepresidencia del órgano -Ferrario- admitieron que no pueden hacer nada al respecto porque “no se puede censurar ni moderar un debate que es propuesto por un diputado o diputada, sea el espacio político que sea”. Ahora, se especula con que este se cancele a causa de las movilizaciones convocadas. 


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