Economía
29/12/2025 17:02
Argentina consolida su liderazgo cripto en la región
Un informe 2025 de la Fundación Blockchain Argentina confirma que el país encabeza la adopción de criptomonedas en Latinoamérica, con crecimiento sostenido, mayor interés empresarial y un ecosistema cada vez más profesionalizado, pese a los desafíos regulatorios y episodios de fraude.
La adopción de criptomonedas en Argentina continúa en ascenso y posiciona al país como el principal referente de Latinoamérica en el uso de activos digitales. Según el Informe 2025 elaborado por la Fundación Blockchain Argentina, el 19,8% de la población ya utiliza criptomonedas, una cifra que ubica al país dentro de los primeros 20 a nivel mundial y que refleja cómo un fenómeno antes marginal se integró de lleno a la vida cotidiana.
El estudio, que contó con datos de exchanges como Ripio, Decrypto y Satoshi Tango, además de aportes de la Cámara Argentina Fintech y estadísticas de Chainalysis, muestra que durante 2025 la adopción creció un 0,8%. Para muchos argentinos, las criptomonedas funcionan como resguardo de valor frente a la inflación y la desconfianza en el peso; para otros, representan una herramienta eficiente para realizar pagos y transferencias, incluso a nivel internacional.
Desde Decrypto señalaron un crecimiento anual cercano al 20% y destacaron un aumento sostenido del interés de pequeñas y medianas empresas que buscan optimizar costos operativos. En paralelo, la Cámara Argentina Fintech confirmó un flujo constante de nuevos usuarios, lo que refuerza la madurez del ecosistema local.
En cuanto a los activos más utilizados, las stablecoins continúan liderando el mercado. USDT se posiciona como la criptomoneda más operada, representando el 80% de las transacciones en Decrypto, impulsada por su uso como herramienta de ahorro y cobertura frente a la inflación. Bitcoin mantiene una adopción estable como reserva de valor, aunque en plataformas como Satoshi Tango el ranking entre BTC y USDT varía mes a mes según factores estacionales y económicos.
El perfil de los usuarios sigue estando mayormente compuesto por hombres, aunque con señales de cambio. Decrypto indicó que el 70% de su base es masculina, con una edad promedio de 35 años, mientras que Satoshi Tango registró un 80% de usuarios hombres y un 20% mujeres, principalmente entre los 35 y 65 años. Tanto los exchanges como la Cámara Argentina Fintech coincidieron en que la participación femenina crece de manera lenta pero sostenida, al igual que la de usuarios menores de 30 años.
Durante 2025, el sector también atravesó momentos de tensión. Uno de los episodios más resonantes fue la difusión de la criptomoneda Libra por parte del presidente en febrero, que derivó en una abrupta caída de su valor tras una maniobra conocida como rug pull, actualmente bajo investigación por presunto fraude. Si bien el hecho generó preocupación, también impulsó un aumento en las consultas sobre seguridad y reforzó la importancia de operar en plataformas reguladas y transparentes.
Otro hito clave fue la nueva regulación de la Comisión Nacional de Valores, lanzada en junio, que habilita la tokenización de activos reales en Argentina. Desde el sector valoraron positivamente la medida, que impulsó una mayor profesionalización, mejores procesos de compliance y un creciente interés en productos vinculados a activos financieros tokenizados y RWA. Exchanges como Ripio destacaron que este marco normativo fortaleció la confianza de los usuarios y permitió avanzar en innovaciones como la tokenización del bono AL30 y el lanzamiento de wARS, una stablecoin atada al peso argentino.
En este contexto de crecimiento sostenido, avances regulatorios y mayor participación empresarial, el ecosistema cripto argentino muestra señales claras de consolidación. La combinación de una demanda creciente y un marco institucional en evolución refuerza el rol del país como actor clave en la innovación financiera regional. Desde la Fundación Blockchain Argentina subrayan que el desafío hacia adelante será profundizar la educación y divulgación sobre blockchain, entendiendo que el conocimiento es la base para un desarrollo sostenible y un uso responsable de estas tecnologías.