22/12/2025 17:50

Diciembre y emociones en tensión

Las fiestas de fin de año suelen intensificar presiones sociales, balances personales y malestar emocional en muchas personas.

Las celebraciones de diciembre suelen asociarse con encuentros familiares, alegría y cierres de ciclo, pero para una parte importante de la población este período también se vive con ansiedad, tristeza y una fuerte exigencia por “estar bien”. Profesionales de la salud mental advierten que las expectativas sociales y personales convierten al último mes del año en un momento emocionalmente desafiante.

Según datos del Servicio de Psiquiatría del Hospital Italiano, durante diciembre las consultas aumentan cerca de un 20% en relación con el promedio anual, lo que refleja el impacto psicológico de estas fechas. Especialistas señalan que las fiestas activan ideales sobre cómo deberían ser los vínculos, las reuniones y los sentimientos, generando una brecha entre lo esperado y lo real que puede provocar culpa y malestar.

A esto se suman cambios en las dinámicas familiares, ausencias, conflictos no resueltos, distancias geográficas y presiones económicas. También influyen modelos culturales idealizados que refuerzan la sensación de no estar a la altura de lo que “debería” ser una celebración. Desde la salud mental remarcan que diciembre suele reactivar duelos, nostalgias y pérdidas, no solo vinculadas a personas queridas, sino también a tradiciones que ya no existen o a vínculos que se transformaron.

Ante este escenario, los especialistas recomiendan no forzar estados emocionales, reconocer lo que cada persona siente, comunicar límites y necesidades, y adaptar las celebraciones a las posibilidades reales de cada familia. Flexibilizar rituales, permitir la nostalgia y priorizar el cuidado emocional aparecen como claves para transitar el cierre del año sin presiones innecesarias.