Judiciales

3/03/2023

En Salta siguen beneficiando abusadores

El ex militar que abusó de su hijastro gozará de libertad condicional.

Ayer, la jueza Carolina Sanguedolce, de la Sala II del Tribunal de Juicio, benefició a un ex militar con la libertad condicional. Según surge de la sentencia, fue hallado culpable del delito de abuso sexual simple agravado por la guarda, la convivencia y por ser cometido en perjuicio de un menor que hoy tiene dieciocho años. Además ejercía violencia sobre la víctima y su pareja.

El grave delito cometido en perjuicio de un nene de 6 años, no llegó a conmover lo suficiente a la magistrada que decidió condenarlo a una triste pena de tres años de prisión condicional y dejó de lado un pedido de prisión efectiva. Lo que da miedo es que un abusador ande suelto por la ciudad en vez de estar donde debe, Villa Las Rosas. 

Si bien la familia se mostró conforme en parte por la sentencia, siguen sin comprender el motivo del beneficio de la libertad condicional. Al parecer estaría de moda entre los jueces de ciudad judicial, alegan que uno de los motivos de esta terrofica práctica viene de la mano de la crisis carcelaria que atraviesa la provincia. 

En compensación, los jueces sí ponen más atención en aplicar reglas de conductas, la que, por lo general, giran en torno al sometimiento de tratamientos psicológicos por parte de los acusados, mientras que el resto se limitan a medidas restrictivas y de protección a las víctimas.

El hecho

Respecto a la condena dictada ayer, se pudo saber que, a lo largo del juicio, la fiscalía expuso los entretelones de una serie de abusos cometidos por el ex militar, quien era padrastro de la víctima, un chico de seis años hijo de su pareja, hechos que ocurrieron en un contexto de violencia de género.

A tal punto, que la madre del menor tuvo varios intentos de suicidios debido a la conducta violenta ejercida por el acusado, que también tenía amenazado al menor abusado, quien era reticente a hablar de los abusos, aunque evidenciaba señales de los vejámenes.

Esto, casualmente, fue advertido por una abuela del niño, quien comenzó a notar una conducta extraña de su nieto, lo que la llevó a prestar mayor atención hasta que el niño ganó confianza y le contó el calvario que padecía a manos de su padrastro.

Sin temor ni demoras, la abuela radicó la denuncia y provocó la investigación penal que, luego de más de cuatro años, la justicia pudiera sentar al acusado en el banquillo, a quien hallaron culpables, sin embargo, lo dejaron en libertad.

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