Internacional
5/05/2023
Fentanilo, la droga que se esparce por Estados Unidos
Advierten que es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina.
En los Estados Unidos es tal el conflicto con el fentanilo y otros opioides sintéticos, que recientemente han aprobado la venta sin receta de naloxona; un fármaco que bloquea el efecto de estas drogas. Se podría decir que es una epidemia y otras naciones temen que llegue a sus tierras luego de conocerse el número de muertes por sobredosis de opioides sintéticos -mayormente fentanilo- que maneja el país norteamericano: 70.601 solo en 2021. Actualmente se estima que casi 200 estadounidenses fallecen cada día por consumir esta droga.
Este estupefaciente es en realidad un anestésico usado para aliviar dolores agudos, como los que podría provocar una cirugía o un malestar crónico. Llega muy rápidamente al cerebro y es extremadamente poderoso incluso en pequeñas dosis.
"Es un poco como la cocaína, en el sentido de que la primera vez que la gente la usa, tiene un subidón y luego va buscando otra vez ese efecto. Pero cuando la vuelven a consumir, nunca logran el subidón de la primera vez y entonces tienden a incrementar la dosis", explica a BBC Mundo Daniel Sitar, profesor emérito de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Manitoba, en Canadá. Desarrolla también que este es el motivo por el que se vuelve tan adictivo.
La baja de concentración que produce es 1.700 veces menor en comparación a otros sedantes. "Esto explica por qué el fentanilo es tan mortal: hace que las personas dejen de respirar incluso antes de que se den cuenta", señaló el investigador Patrick L. Purdon, autor principal de la investigación.
Otra cuestión que advierten los expertos, es que usualmente los consumidores no conocen las cantidades que ingieren y suele ser droga adulterada con otras sustancias químicas, lo que "hace que sus efectos sean impredecibles, ya que varían según la mezcla".
En redes sociales, usuarios de los Estados Unidos y de otros países comparten videos de los preocupantes efectos. Los y las jóvenes parecen zombies en las calles e incluso en sus trabajos, teniendo reacciones que dan miedo a simple vista.