30/06/2023

Francia: Saqueos, autos incendiados y cientos de detenidos en manifestaciones

El asesinato del joven de 17 años en la ciudad francesa de Nanterre en manos de un policía, desató una ola de manifestaciones en todo el país y cada día la situación es mas crítica.

El caos se está adueñando de Francia, y anoche se vivió una tercera noche de revuelta, mucho más grave que las anteriores, con la multiplicación de los incendios y sobre todo de los saqueos en todo el país.

Los 40.000 policías y gendarmes desplegados, incluidas unidades de elite, no pudieron controlar tanta violencia. Intentaron proteger edificios vitales, aunque con un éxito solo parcial, y les fue imposible evitar el saqueo porque los comercios son todavía más vulnerables. 

Según el último balance,  se ha detenido a 875 personas. 249 policías han resultado heridos.  Los vehículos quemados en la vía pública fueron unos 2.000. Hubo 77 locales de policía atacados y 119 edificios públicos, como escuelas, bibliotecas e instalaciones municipales. 

Los actos de vandalismo, cometidos en su mayoría por grupos de jóvenes entre 14 y 18 años, afectaron a multitud de ciudades. Ardieron edificios, y en el centro de París saquearon locales de Nike, de Zara y de Louis Vouitton. Los daños materiales se cuentan por muchos millones de euros.

Los disturbios de la noche del jueves se añaden a los del miércoles, en los que, además de vehículos, particulares y de la policía, fueron atacados un tribunal, comisarías, alcaldías, escuelas, supermercados, colectivos urbanos y un tranvía.  Hubo hasta el intento de asalto a la prisión de Fresnes, en el Valle del Marne, para liberar a detenidos.

Los jóvenes protagonistas de todos estos hechos usaron, como es habitual, fuegos artificiales de gran potencia para enfrentarse a la policía y provocar incendios. En las protestas arden, además de coches, alcaldías, comisarías, escuelas, un tribunal, colectivos y hasta un tranvía

El joven Nahel murió de un disparo en el tórax cuando conducía un Mercedes amarillo de alquiler, con matrícula polaca, y pretendió escapar en un control. Ayer el fiscal de la República de Nanterre, Pascal Prache, dio más detalles. El policía que efectuó el disparo pasó a disposición judicial y fue posteriormente formalmente incriminado y enviado a prisión preventiva, tal como pedía la fiscalía, al considerar que pudo haber incurrido en “homicidio voluntario” al excederse en la supuesta autodefensa esgrimida. La cárcel para el agente no ha serenado aparentemente los ánimos de quienes protestan. La rabia social ha degenerado en vandalismo y pillaje.

El drama de Nanterre ha reabierto la controversia sobre los efectos de una ley, aprobada en el 2017, que permite a la policía disparar contra un vehículo que no respeta un control, siempre que esté en peligro la vida de los agentes o de otras personas. El problema es que la percepción de la amenaza es subjetiva y se han producido abusos y desató una ola de enojo de jóvenes de origen inmigrante.