El gobierno cubano denunció los hechos e intentan desarticular a la banda.
La joven tenía 22 años cuando fue raptada el 3 de abril de 2002 en la ciudad de San Miguel de Tucumán en manos de una red de trata de personas con fines de explotación sexual.
Una de las jóvenes que era explotada en el lugar logró escapar y denunció a la línea 145.